27/8/06

Resaca

Abundancia. Los occidentales ( o amos del mundo) vivimos acostumbrados en este final de s.XX e inicio del s.XXI a no escatimar en nada. Oh, gracias a la revolución tecnológica y al progreso de la humanidad, ahora podemos derrochar! Que placer! Y encima nuestro sistema económico ( nuestra nueva religión) nos exime de la culpa! Viva Viva!

-La nevera no funciona cariño.
-Tranquila, compraremos otra.
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-Papá, me ha caido el helado al suelo.
-Toma el dinero y ves a comprar otro.
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-No venden reproductores de cd?
- Lo siento, ahora lo que se lleva es el mp3.


Puedo comprar la palabra comprar?

Abrimos el grifo. El agua sale sin límite, y el contador del agua se encuentra escondido en un armario en la otra punta de la casa. Voy al supermercado y observo: miles de latas forman una montaña infinita de un producto que está de oferta y debo comprar, es como una obligación comprar más de lo que necesito, sino, no estoy tranquilo.

Es obvio que no es el camino a seguir. Tengo la sensación que si no acutamos con presteza la humanidad entera se despertará de golpe una calurosa mañana de verano, con un mal sabor de boca, un dolor de cabeza intenso y un VACÍO interior insportable. Tal como la mayoría de jóvenes se levantan cada fin de semana después de haber salido a pasar una noche loca y divertida, sin limites, con sus amigos. Nosotros parece que todavía estamos en esa noche. Dónde lo único que importa es la diversión, las cosas livianas, y el jodido carpe diem. No tenemos 16 años, almenos no todos. Y en mi caso, y ojalá en alguno de vosotros, hay que demostrarlo.
Tener la mente de un niño para sorprenderse al ver una hoja al caer, tener la fuerza de un jóven para enfrentarse al sistema y tener la mente de un adulto para cambiarlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ets la puta crema!

Unknown dijo...

Exacto, y esa resaca capitalista puede coincidir con el final del imperio americano... las invasiones bárbaras ya están haciendo su entrada, con toda la razón, el 4º mundo nos invade por tierra, mar y aire.
Correrá la sangre de los que menos tienen, pero nada puede detener a un ejército de hambrientos.
Salud!