10/2/07

Alentando la desconfianza

Es frecuente dentro del ámbito académico encontrar un discurso que reconoce como natural la presencia masiva de las empresas en la economía, y les asigna la batuta a la hora de contratar y seleccionar a los nuevos trabajadores. Un hecho que dentro de una economía capitalista es totalmente cierto, ya que son las empresas privadas las encargadas de desarrollar la mayoría las actividades productivas de la sociedad. No obstante, lo que suscita mi interés no es precisamente afirmar esta realidad sino el acompañamiento con el que se transmite.

Me parece que este discurso, que da al estudiante un papel secundario y pasivo, está impregnado de una cierta temerosidad. Lo percibo como si fuera lanzado desde un punto de vista que tiene complejo de inferioridad. Concretamente, me baso en la importancia que se nos intenta transmitir sobre el papel caudal que tienen y tendrán las empresas en nuestro futuro y, sobretodo, que deberemos estar preparados siempre para adaptarnos a sus exigencias. Se presenta una realidad altamente competitiva y cambiante que genera numerosas dudas acerca de la formación correcta para conseguir entrar satisfactoriamente en el mundo laboral. Esta duda es especialmente molesta en las universidades públicas que, estando sobre pobladas, observan como son los universitarios del sector privado de elite los que consiguen una mayor reputación y facilidad para acceder a trabajos más valorados.

Este supuesto desanima al alumnado, y genera un escepticismo nocivo para toda la comunidad. Por lo tanto, no creo que sea ese el discurso adecuado.

El mensaje lanzado, se resume en que el estudiante está a merced de las voluntades y del secretismo de la patronal, debe tolerar y aceptar como éste se regocija seleccionando cada vez más duramente a los candidatos que podrán entrar a servir a su empresa. Ante eso, no se da ningún tipo de recomendación más allá de la modestia y la súper formación.

Creo que lo correcto seria transmitir un mensaje de comunidad y unión, no ante un rey al que hay que obedecer sino ante un mundo hostil en el que hay que entrar con la mayor fuerza posible y sobrevivir en él.

El aislacionismo en el que vive la mayoría de los recién licenciados no ayuda a mejorar la situación. Como decía, está cansado y sin fuerzas por esta temerosidad que muestra el equipo docente acerca de su futuro papel como trabajador.

Para comprender este fenómeno, es interesante recordar que la finalidad de la universidad es formar a expertos en un sector determinado, para poder realizar alguna función productiva y así seguir manteniendo el sistema actual y adaptarlo a las nuevas circunstancias y el paso del tiempo. Con la degradación patente de la mayoría de los lugares de trabajo, es normal que el discurso se haya moderado para satisfacer esa renovada exigencia empresarial que reclama “máxima formación al mínimo precio”. Generar expectativas que luego pueden no verse cumplidas es demasiado complicado. Generar una promoción concienciada con su problema y combativa para lograr eso que les será privado, no será bien recibido en ningún lugar, y menos en el “stablishment” dónde se encuentra el ambiente universitario.

Como adelantaba en el párrafo anterior, y como conclusión final, mi propuesta se encontraría en un cambio de mentalidad docente, que se dedicaría sinceramente a preparar un grupo de estudiantes concienciado y preparado para moderar la “sinescrupulosidad” del mundo empresarial de hoy en día, que desprecia impunemente la fuerza de trabajo, por muy cualificada que esté. Sociólogos como Richard Sennett han profundizado y analizado con acierto y perspicacia la degradación evidenciada en el mundo laboral de los últimos años.

4 comentarios:

kism dijo...

Me sorprende comprobar que en realidad te pareces a tu personaje del blog chungo, jajajaja. No conozco los trabajos de Richard Sennett, pero te intentaré contestar a partir de los argumentos que tengo en mi mano:

En primer lugar, a mí también me parece natural que las empresas "tengan la batuta" a la hora de contratar y seleccionar a sus trabajadores. ¿Te parecería normal que montaras una empresa y luego no pudieses elegir a quien quisieras para ocupar los puestos de trabajo necesarios?

Frases como "[el estudiante] debe tolerar y aceptar cómo éste se regocija seleccionando cada vez más duramente a los candidatos que podrán entrar a servir a su empresa" creo que carecen de perspectiva ante las cosas. Una empresa, como digo, tiene todo el derecho a decidir quién o quienes ocupan un puesto de trabajo (faltaría más), y, si tienen que cubrir una serie de puestos, dependiendo de ese número de puestos de trabajo que oferten deberán escoger más o menos duramente. Por tanto el nivel de dureza de la selección de personal estará en función del nivel de puestos de trabajo que la empresa demande y, en último término, del nivel económico de la empresa.

Si el mundo empresarial "despreciara la fuerza de trabajo", tanto peor le iría al mundo empresarial, ¿no crees? Sería tirar piedras contra su propio tejado.

Dicho esto, y en cuanto al tema de las universidades públicas o privadas, también supongo que las empresas (o aquellos que las dirigen o dirigen sus departamentos de selección de personal) no son tontas y por tanto saben lo que se cuece en las universidades públicas y en las universidades privadas.

Un saludo.

Revodarx dijo...

En fin, parto de la idea de que el trabajo es considerado por las empresas como una simple mercancia. Un mero input necesario que debe ser exprimido para que de el maximo de rendimiento al minimo coste. No me parece este el mejor punto de partida . Como sabras, las selecciones de personal son cada vez mas rocambolescas y surrealistas, cosa que no me parece muy positivo. Mi vision, que consideras escasa de perspectiva, mas que nada se lamenta de ver como el trabajador esta cada vez mas desamparado a la hora de defender su dignidad laboral. Los sindicatos estan en decadencia y las empresas se deslocalizan. Lo que me parece mas preocupante es que las empresas pueden elegir y los trabajadores cada vez menos.

Creo que tu tambien te pareces basante tu personaje del blog chungo jejeje.

Te recomiendo vivamente a Richard Sennet, su titulo mas famoso es "La corrosion del caracter".

Anónimo dijo...

Buenos días.

Resulta que el ambiente cambiante que plantea usted no se lo inventan las empresas, son los consumidores quienes cambias sus habitos de consumo, nos cansamos cada vez más rapido de lo que tenemos, buscamos cosas nuevas, que no hayamos tenido antes, esto hace que el sector privado se tenga que adaptar, lo hace cada vez más rapido pues los hábitos también cambian apresuradamente.

El problema del trabajador es el mismo en la posición de consumidor.

Los universitarios cuando salen de la universidad se han de incorporar al mundo laboral, luego si la universidad no los preprara como este mundo reclama se van al paro, no se usted, pero yo estudio para trabajar y aunque me encanta lo que hago necesitaré comer.

Perdone, pero no es precisamente en el ambito de los universitarios donde más se sufre, seguramente es en el que vivi usted, pero los universitarios tienen salarios de media un 30% más altos que los no cualificados, ahí esta el problema.

Recuerde que los universitarios somos unos privilegiados, que el problema de muchos es no ser siquira mil euristas, y que son estos quienes realmente tienen problemas.

Ya le gustaria a una cajera del mercadona cobrar lo que cobra un señor que enta en el Santander a trabajar.

Saludos.

Anónimo dijo...

ANONIMA DE NUEVO

Disgustada de todo.
Deslumbrada por el parecer.
Encarnada en el no saber.
Desplazada del futuro económico.

Quienes son? Quién es que veo a lo lejos, vestido de negro, camisa gris, corbata a juego, zapatos y andares de disgusto detrás su máscara de placer.

Asco tengo y asco me darán. Placer que quieren y placer que gozarán.

Quién eres tú, que ayudado del dinero de tus padres gozas de inmunidad ante el empresario de peso en una empresa de "papá"?

Mis muy apreciados agredecimientos a este ser, que sin haber tocado barro en parvulario se dedica a venderlo a precio de oro así sin más.

Quién eres tú, que por ir pasando cursos sin gozo de aprender te dedicas a ocupar un lugar más merecido para él.

Quién es el? El soy yo, es revodarx, son ellos, son nosotros. Aquellos que sí sabemos que queremos y hacemos todo quando sale de nuestro pensamiento, sin tener que gastar dinero de "papi" para que nos consiga un futuro. Somos personas que creamos nuestro futuro. Nos desarrollamos y no nos vendemos. Qué importa si de rabia vivimos ante esos cutres y tan graciosos yupis que solo ven en mi una pobre chica sin futuro. Alguien que nunca pisará un lugar lleno de mentida y avaricia, oscuro para mi.

Qué mas da si aunque vaya a una universidad pública tengo que pagar injustamente horas extra en academias para que me aprueven. Esos tan honorables profesores, que se dedican a "enseñar". Su finalidad es suspenderme. Su intención, dicen ellos, es que tengas un buen nivel.

Quien soy yo, que no aprendo a entenderlos.

Quien seré, que no podre alcanzarlos.

Quien me enseñara, que tengo que aprender a ser yo misma, alejarme del sufrimiento del poder que muchos tienen.

Y soy yo que aprendo sola. Porque yo se que tengo mi poder. Y yo se que siempre habrá algun aspecto de mí que nunca éllos conseguirán tenenr. DISTINTA.