La política municipal: ¿cuestión de colores y marketing?

Que el marketing es un elemento fundamental en la pervivencia del sistema capitalista y del crecimiento ficticio de las empresas es algo que cualquier universitario medio puede entender sin dificultad. Que los partidos políticos y sus tendencias se identifican con un color es algo que un niño de 5 años ya puede asimilar.

El dibujito habla por si solo. El lema correcto seria, "cambiamos de color, elimina prejuicios, votanos".

No es casualidad quedarse estupefacto (una vez más) circulando por la marca Barcelona y ver como Alberto Fernandez Díaz pide "confianza" en un cartel publicitario-propagandista coloreado en un tono naranja.

Que el marketing roba indentidades, también lo sabemos. Por eso las rastas del movimiento rastafari las lleva cualquiera y los cinturones de pinchos se venden en cualquier tienda vulgar que vende ropa de "moda" camuflada con una marca.

Lo último es que El PP decida usar el color que se le otorgó a Ciutadans en las pasadas elecciones. Un pequeño cambio que aparentemente no tiene nada que ver, sólo que Ciutadans ha sabido manejar el discurso catalán-castellano mejor en 1 año mucho mejor que el PP en toda su existencia. También que Ciutadans, partido por el que no guardo ningún tipo de simpatía, tiene posibilidad de crecer un poco en estas municipales. Digamos que es la derecha más moderada, menos conocida y por lo tanto que más margen tiene para modelar su pseudo-discurso político. El PP de Barcelona, en su fase camaleón, reconoce con esta iniciativa una crisis de identidad, al menos en Catalunya, y desea asemejarse a un partido aparentemente más moderado. Repito, aparentemente. En fin, algun psicólogo gracioso podría considerarlo como el síndrome Michael Jackson.

Este cambio de color, puede no significar nada, pero quizá para alguien que tenga tendencias esotéricas es el indicio de la crisis de la derecha española, monopolizada hasta la fecha por el PP. Que el partido mayoritario en la oposición decida cambiar de color en la segunda ciudad más poblada de España para la campaña de unas municipales es algo que al menos a mi me hace pensar.

Conseguir votos, maximizar poder, esa es la función de los políticos-empresarios de hoy en día, y no titubean a la hora de usar cualquier artimaña sencilla para confundir.

Obviamente, todos los partidos están adoptando actitudes similares en otros campos. Es curioso por ejemplo, que justamente ahora los pisos estén empezando milagrosamente a bajar. Antes de las elecciones los precios parece que bajen. Es casualidad. ( bajan un 2% cuando llevan un 400% de crecimiento en 10 años). Pero eso ya calma los ánimos...

Es posible que en pocos años vivamos la explosión de los colores en la política, para tenernos a todos bien confundidos y desconcertados. Larga vida al marketing y a la decadencia de occidente. Yo, como en otras ocasiones, ya he avisado.

¿Veremos al PSOE usar el fucsia para renovar su ya sobreusado rojo?

¿Servirá el amarillo para complementar el verde clásico de IU?

La respuesta depende de si los analistas de marketing creen que es políticamente rentable.